París, 19 dic (Prensa Latina) La Unesco denunció hoy un incremento este año en la cifra de periodistas asesinados en zonas de conflicto, la mitad de ellos en Palestina, un escenario que calificó de alarmante.
De acuerdo con los datos del ente multilateral, en 2023 perdieron la vida al menos 38 profesionales de los medios de comunicación en el ejercicio de su labor en zonas afectadas por guerras y conflictos, mientras que el total de reporteros asesinados fue de 65, por debajo de los 88 lamentados el año pasado.
El último trimestre resultó el más letal en 15 años, con 27 víctimas fatales registradas, a partir de la escalada de los enfrentamientos en el Oriente Próximo desde el 7 de octubre, cuando Hamas atacó a Israel y este respondió con indiscriminados bombardeos contra la Franja de Gaza, donde Tel Aviv también lanzó operaciones militares terrestres.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) precisó que registra 19 profesionales de la prensa asesinados en Palestina, tres en el Líbano y dos en Israel.
En Afganistán, Camerún, Siria y Ucrania murieron al menos dos periodistas en cada uno de esos países golpeados por la violencia.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, consideró alarmante el incremento de las muertes en zonas de conflicto, en las que «precisamente en este tipo de contextos es cuando el trabajo de los periodistas se vuelve fundamental».
«Rindo tributo a todos estos profesionales de la comunicación y reitero mi llamado a todos los actores implicados para que movilicen los medios necesarios para garantizar la protección de los periodistas como civiles, tal y como estipula el Derecho Internacional», subrayó.
El análisis de la organización refleja igualmente el daño sufrido, incluso la destrucción, en infraestructuras y oficinas de medios de comunicación.
También rechaza las amenazas, las agresiones físicas, las detenciones, la confiscación de equipos y las denegaciones de acceso a sitio de coberturas que experimentaron durante el 2023 muchos reporteros.
Al respecto, la Unesco alertó que se generan en zonas de conflicto «áreas de silencio», lo cual implica falta de información.